Lección de vida...

Hace algunos años tuve una charla con mi Padre, la he contado muchas veces y me parece que es digna de contarse una vez mas, él es hoy un hombre de casi 70 años:

Platicabamos ese dia como casi siempre lo hacemos cuando estamos relajados y solos, normalmente son respuestas a las preguntas que hago de su vida y la historia que le toco vivir, siempre me ha parecido un extraordinario cronista. Decia él, que algún dia escucho a un personaje en la radio, en quellos tiempos en que la radio era el único medio de entretenimiento y comunicación masiva, un programa que habia ganado sus preferencias porque eran charlas que frecuentemente terminaban en polémica. El locutor mencionaba su tranquilidad y su disposción a morir en cualquier momento, pues de acuerdo con su edad ya habia vivido suficiente -obviamente era un viejo- y que estaba en paz. Mi Padre me describio su perplejidad cuando escuchó tal comentario, a tal grado que fue algo que siempre se ha mantenido en su mente, y me decía él qué aquellos tiempos las cosas estaban sumamente difíciles -como siempre-, dado que nosotros, sus hijos, eramos muy pequeños -los que ya estabamos-, y mas aún todavia habia algunos pendientes de nacer -fuimos 6, solamente-. Aquella conversación a la que me refiero, mi Padre me decía que hacia un tiempo había comprendido las palabras del locutor aquél; que él, mi Padre, ya estaba en paz y tranquilo con la vida, qué el ver a sus hijos con una familia y sin mas obligaciones que las que la senectud dá, esperaba el momento que debiera morir. Me dijo que así como a él, seguramente sus palabras serían para mi absurdas o ilógicas -y realmente me era muy duro comprender a lo que él se refería- y decia también que por mi situación -edad, familia, hijas, trabajo, etcétera- sería difícil entenderlas como le fueron a él.
Vaya que fue una importanmte lección de vida que me dió ese dia mi viejo. A partir de entonces sé que el esta tranquilo y que debo disfrutarlo y quererlo, pero sobretodo hacerle sentir orgullo por lo que ha hecho de mi al paso del tiempo.

Creo que llegar a ese momento es un reto para todo ser humano que quiera o busque la felicidad.